Si hay un tema en el que he insistido en varias ocasiones en este espacio es en escapar de la trampa del sistema. Esta idea me ha invadido desde muy joven, y uno de los primeros chispazos mentales que me llevó a ese pensamiento fue la lectura de «Padre rico, padre pobre» de Robert Kiyosaki.
Aquel libro me presentó una perspectiva totalmente nueva sobre el dinero. Hasta ese entonces, mi visión sobre el bienestar económico no era muy distinta a la de la mayoría. Pero luego de esa lectura, comencé a cuestionarme mis prejuicios sobre el dinero, el trabajo y el camino al éxito.
Años después, viendo como en el mundo se registraban periódicamente conflictos políticos y sociales, y que todos hablaban de «vencer al sistema», entendí que ese descontento, en parte, ya había sido explicado por Kiyosaki. Ese descontento no es otro que la rabia de no entender cómo funciona el dinero, y cuáles son los mecanismos que mueven al mundo.
A esos mecanismos es a lo que la gente, tal vez sin saberlo, llama «el sistema». Lo malo es que cuando lo dicen no necesariamente lo comprenden. De allí que siempre haya incomodidades y protestas en el mundo, pero casi nunca una salida a los problemas.
Permítanme profundizar en el tema.
Lo que debes saber del dinero.
Mike Tyson, campeón mundial de los pesos pesados, acumuló unos $400 millones de dólares durante su carrera. En el año 2003 se declaró en bancarrota. Tenía deudas de más de $ 28 millones de dólares.
Andreas Brehme fue parte de la selección alemana que conquistó el mundial en 1990. Durante su carrera jugó para equipos como el Bayern de Múnich y el Inter de Milán, acumulando una fortuna de más de 20 millones de euros (haciendo la equivalencia con el valor actual de la moneda europea). En el año 2014 puso a la venta su casa para pagar una deuda de 200 mil euros.
Nicolas Cage fue, y sigue siendo, un exitoso actor de Hollywood. Durante su carrera ha acumulado unos $ 150 millones de dólares. Sin embargo, en los últimos años, acosado por deudas diversas, ha tenido que aceptar cualquier tipo de roles sin importar la calidad de sus películas, ya que ha perdido casi toda su fortuna y mantiene deudas con el fisco norteamericano de más de $ 14 millones de dólares.
¿Cómo ha pasado esto? ¿Cómo es posible que personas que amasaron gigantescas fortunas hoy estén en la quiebra y endeudados?
La misma pregunta se hacía Kiyosaki refiriéndose a la clase media. Las personas que, habiendo estudiado una buena carrera, y habiendo trabajado honradamente toda su vida, llegaban a la vejez no necesariamente en la ruina, pero sí endeudados y viviendo de quincena a quincena.
La respuesta es lo que Kiyosaki llamó «La carrera de ratas».
La carrera de ratas es la acción mecánica de perseguir el dinero a través de los mecanismos que nos ha enseñado la sociedad desde que somos niños. Es decir: estudiar, trabajar, ahorrar y esperar la jubilación. ¡Nada de eso funciona!
La razón es sencilla: estás persiguiendo el dinero. Trabajando e intercambiando tu tiempo y esfuerzo por dinero. Las personas adineradas no hacen eso: ellos hacen que el dinero trabaje para ellos. Básicamente porque entienden dos conceptos que no te enseñan ni en la escuela ni en la educación que te dan en casa: que es un activo y qué es un pasivo.
Lecciones de «Padre rico, padre pobre».
La gran lección de «Padre rico, padre pobre» se centra en esos dos conceptos. Activo: Kiyosaki lo define como aquello que pone dinero en tu bolsillo. Mientras que un pasivo es aquello que saca dinero de tu bolsillo. Para tener dinero lo que debemos hacer es tener más activos que pasivos.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con la «carrera de ratas»? Pues principalmente con que a las personas se nos educa para acumular pasivos. Es decir, para acumular cosas que nos sacan dinero del bolsillo. Es por eso que aunque la mayoría trabaja duro, es honrada y ahorradora, nunca tiene dinero.
Veamos un ejemplo:
Una persona de clase media gasta al menos siete años en estudiar medicina y una especialización. Luego gasta cinco años más en obtener un buen empleo en el sector salud. Finalmente, cuando esa persona ya es un médico reputado, procede a comprar y amueblar una casa, comprarse un vehículo y viajar y darse «gustos» con su tarjeta de crédito.
El sueldo no le alcanzará para comprar esa casa de contado, así que adquirirá una hipoteca, que le tomará unos 20 años pagar. De igual forma, todos los meses deberá pagar sus cuotas de la tarjeta de crédito, además de los gastos de mantenimiento tanto de la casa como de su carro.
Aunque esa persona es de clase media y seguramente gana un alto salario, nunca tiene dinero, su casa nunca es realmente suya y cuando termina de pagar su hipoteca descubre que tiene más de 60 años y que buena parte de su vida ya terminó. Esa persona ha estado, como las ratas de laboratorio, corriendo en una rueda que no lo lleva a ninguna parte. De allí es de donde Kiyosaki saca el nombre «Carrera de ratas», para referirse a esta trampa.
Ahora veamos otro ejemplo:
Una persona luego de su educación básica, decide no seguir una carrera universitaria, sino que consigue un trabajo en el sector manufacturero. En un par de años aprende los secretos del oficio de manufactura y ahorra todo lo que gana, sin comprar ni casa, ni carro ni lujos más allá de lo necesario.
A los dos años, renuncia a su empleo e invierte el dinero ahorrado en su propio negocio de manufactura. Al cabo de tres años, su negocio se estabiliza, y en los dos años siguientes gana el dinero suficiente para comprarse la misma casa del médico, pero pagándola de contado. En paralelo, su negocio le sigue dando una renta fija. Es por eso que esta otra persona sí se hará millonario, o al menos tendrá una vida sin deudas y preocupaciones financieras.
El centro de «Padre rico, padre pobre» es definir como el sistema nos entrampa para que pasemos la vida trabajando a cambio de deudas y preocupaciones. Lo que Kiyosaki propone como tesis central es simple: hay que dejar de perseguir el dinero y comenzar a construir dos cosas:
1) La inteligencia financiera, que nos permita entender cómo funciona el dinero. Con ello aprenderás que tienes que construir activos y dejar de acumular pasivos.
2) Negocios que nos den rentabilidad y no «empleos seguros», que solo nos dan un salario para subsistir. Deja de trabajar por dinero y haz que el dinero trabaje para ti.
¿Sabes por qué los millonarios que describí al principio de este artículo se fueron a la ruina? Porque acumularon pasivos a medida que ganaban dinero. Se hacían ricos, pero de inmediato compraban mansiones, yates, ferraris, etc. Al poco tiempo habían dilapidado su dinero. Y lo que es peor: ¡Habían convertido su dinero en deudas! Es lo mismo que hace la clase media en todo el mundo, por eso es que siempre digo que, en el fondo, no somos tan diferentes.
Leer «Padre rico, padre pobre» fue muy impactante en mi juventud. Ese libro inspiró muchos de los pasajes de mi reciente libro «No somos tan diferentes«. Si eres joven y quieres saber cómo funciona el dinero, te recomiendo leerlo.